jueves, 26 de septiembre de 2013

Necesidades psicosociales en la terminalidad


Fe y caridad. Dar la vida por los hermanos (1Jn 3, 16)

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Nos decía Benedicto XVI en Porta fidei: El año de la fe será también una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad. San Pablo nos recuerda: Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de ellas es la caridad (1Cor 13,13) Con palabras aún más fuertes que siempre atañen a los cristianos-, el apóstol Santiago dice: ¿de qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? (Sant 2,14-18).

El Consejo Pontificio nos propone para la Jornada Mundial del Enfermo de 2014 el tema “Fe y caridad” con el lema «También nosotros debemos dar la vida por los hermanos» (1 Jn 3, 16). Puede estar en el horizonte el compromiso cristiano en la comunidad, en la iglesia, en el mundo. No será posible el compromiso sin comprender que Dios nos ha regalado la fe, un regalo que encierra todo su amor hacia la humanidad.

Tanto las jornadas como la Campaña son una invitación a vivir con intensidad la experiencia de relación con Cristo, expresión máxima de la caridad de Dios. La experiencia ha de ser personal pero sostenida en la vida por la comunidad con la oración y los sacramentos. Únicamente viviendo todo el amor que Dios nos ofrece podremos responderle con el compromiso.

Pues todo esto es lo que hemos aprendido en las jornadas de Pastoral de la Salud que han finalizado hoy, 26 de septiembre de 2013, los objetivos que se planteaban y que se han conseguido eran:

1.     Reflexionar sobre la fe y la caridad como experiencia personal del amor de Dios que nos ha salvado en Cristo
2.     cultivar y animar la experiencia de Dios en la pastoral de la salud
3.     y también convivir y unir fuerzas para el compromiso pastoral

Tuvimos tres ponencias:

1.         ‘Fe y caridad en el mundo de la salud’, a cargo de don Juan Luis Martín Barrios, Director del Secretariado de la Comisión de Pastoral.
2.        ‘La dimensión comunitaria de la vivencia de la fe y del ejercicio de la caridad en el mundo de la salud’, dada por don José Manuel Álvarez Maqueda, Delegado Episcopal de Pastoral de la Salud de Mérida Badajoz
3.        y la ponencia ‘Actitudes cristianas ante la crisis’ de José Luis Segovia Bernabé, Director del Instituto de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Doña Marisol Carpintero. nos presentó el libro Mensajes desde el amor al hombre que sufre’ que es un homenaje de la diócesis de Ávila como muestra de gratitud al beato Juan Pablo II, que recoge los mensajes de las jornadas mundiales del enfermo desde 1992 a 2005.

Y también contamos con la presencia de don Rogelio Cabado, que a través de la música trabajó el tema de ‘fe y caridad en la música’.

Bien, pues tenemos un hermoso camino por delante para este curso… ¡¡ÁNIMO!!

Seguimos las huellas de San Juan de Dios


Empezamos el curso con las pilas recargadas tras un periodo de descanso; y aquí os presentamos una posible dinámica de trabajo para el curso 2013-2014.



Durante este curso 2013/2014 nuestro santo San Juan de Dios nos va a acompañar en nuestro camino de la vida a conocer más a Cristo. Para ello vamos a tener como herramientas no sólo palabras, sino también símbolos que se transforman en hechos, ya que San Juan de Dios nos deja como huellas a seguir hechos y palabras.

En un intento de 'Vivir la Hospitalidad con esperanza y audacia' vamos a trabajar las actitudes de creer, vivir y servir, junto con símbolos tan importantes para las Orden de San Juan de Dios como la granada, la cruz y el báculo.


Intentaremos que este curso podamos traducir estos símbolos en gestos de evangelización para los enfermos y necesitados, para sus familias, para los colaboradores y voluntarios, de forma que estas huellas: CREER, VIVIR, SERVIR, GRANADA, CRUZ, y BÁCULO, sean llamas que iluminen nuestra forma de ser y estar en nuestro Centro y que se note entre los preferidos de Jesucristo.

También se incluye una reflexión relacionada con la dinámica y el Evangelio dominical, para todos los domingos del curso y días de precepto, desde octubre de 2013 a junio de 2014.

martes, 17 de septiembre de 2013

XXXVIII Jornadas Nacionales de Pastoral de la Salud

El Consejo Pontificio nos propone para la Jornada Mundial del Enfermo de 2014 el tema “Fe y caridad” con el lema «También nosotros debemos dar la vida por los hermanos» (1 Jn 3, 16). Tanto las Jornadas como la Campaña son una invitación a vivir con intensidad la experiencia de relación con Cristo, expresión máxima de la “caridad” de Dios:



lunes, 16 de septiembre de 2013

Cuidado espiritual y pastoral del enfermo de depresión


Los cuidados paliativos, una labor de todos


Moral de la Vida


jueves, 12 de septiembre de 2013

Cuando la vida no nos da más tiempo

Una auténtica lección de vida:

Carta a María del Mar

Querida María del Mar:

Estos días mirando o guardando, o rompiendo papeles, me he encontrado tu carta respuesta a una mía:

“¡No se puede imaginar la alegría que tuve al recibir esa carta tan personal que me ha dedicado! No me merezco tantos elogios, pero el día que la recibí estaba malísima con la quimio. Hasta le había dicho al Señor que ya no le contemplaba más a él, que él me contemplara a mí y se diera cuenta de si “hay dolor semejante a mi dolor” (Lam 1,12) ¡Qué atrevimiento! Me consoló con su carta y esa forma de presencia tan tierna en mi vida. Me ayudó a no darle importancia al sufrimiento y valorar a las personas que en nombre de Dios se me hacen presentes con su cariño... A veces en lo sencillo encontramos alivio.

Por supuesto que no rompí tu carta. La guardo con mucho cariño, porque también a mí me hacen bien estas líneas tuyas. Y te doy varias razones, que tomo de tu carta y que me reafirman en algunas cosas que yo tengo claras.

Hoy es importante recibir una carta personal donde te llaman por tu nombre, donde te escriben a mano, lo cual lleva un cariño o un amor añadido, pues a la mano llega con más facilidad y con más fuerza la vibración del corazón. Y porque supone detenerte con un poco más de atención con la persona a quien escribes. Y esto, en una sociedad donde todos son prisas, donde nadie tiene tiempo, bien merece una consideración en esta sociedad crecientemente deshumanizada.
abad de poblet

Y precisamente porque vivimos en una sociedad deshumanizada te mereces tantos elogios. Tú, de modo especial por tu salud delicada, y por la manera en que la estás viviendo. También muchos otros, que sufren en estos momentos, se hace merecedores de estos elogios, porque considero que unos elogios son siempre una bendición, un estímulo, que ayuda a crear algo nuevo: nueva vida, soportar mejor las circunstancias de lo que uno está viviendo, una nueva ilusión, o abrir a una esperanza... Y sobre todo cuando yo te elogio estoy pensando en ti, estoy más cerca de ti, te estoy deseando lo mejor. Esto es muy humano. Es importante, es necesario.


Me llama también la atención “tu atrevimiento” con el Señor. Esto me ha recordado la situación de otras personas que sufren, y que en su sufrimiento se la hace difícil rezar a Dios, y que en ocasiones me han preguntado que cómo dirigirse en esa situación a Dios. A mí, ante la pregunta de estas personas, me suele venir a la mente la situación, y las palabras muy duras de Jeremías, dirigiéndose a Dios:

“Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir, me forzaste, me violaste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí... Mis amigos acechaban mi traspié: a ver si se deja seducir, lo violaremos y nos vengaremos de él... ¡Maldito el día en que nací, el día que me parió mi madre no sea bendito! ¡Maldito el que dio la noticia a mi padre: “te ha nacido un hijo”, dándole un alegrón!... ¿Por qué no me mató en el vientre? Habría sido mi madre mi sepulcro, su vientre, preñado para siempre... ¿Por qué salí del vientre para pasar trabajos y penas y acabar mis días derrotado? (Jer 20,7s)

Son estas palabras del profeta Jeremías muy duras, durísimas. El profeta pone su corazón destrozado, hecho puro dolor ante el Señor. Algo semejante podemos contemplar en el libro de Job. El profeta le dirige la palabra desde es corazón derrumbado por completo. Palabras que suenan ya en los confines de la blasfemia, pero el profeta se mantiene ante Dios con el corazón derrotado, pero abierto en una escucha muy difícil. Tenso ante Dios, pero fiel.
El profeta se mantendrá en esa relación tensa con Dios, fiel en la escucha y el servicio de la Palabra. Y le llegará una respuesta clara de Dios. Para Jeremías será mantenerse fuerte frente a los enemigos, y mantenerse simultáneamente en la seducción de Dios.

Pero al final nos llegará una respuesta más clara al dolor y al sufrimiento por parte de Dios. La tenemos en la Cruz de Cristo. La tenemos en un Dios que, como seducido por la criatura humana, por su obra de amor, se reviste de nuestra humanidad, pasará manifestando generosamente, como nadie lo ha hecho, su amor, y acabar en la Cruz de los “malditos”, de los “blasfemos”, de los derrotados.

¿Hay dolor semejante a mi dolor?...

A mí me gusta siempre destacar dos matices en esta relación dolor-amor. Hay, por una parte dolores físicos, psicológicos... insoportables. Existen, con muchas experiencias dramáticas por toda la geografía atormentada de nuestro mundo. Pero, por otra parte, es necesario considerar el amor de la persona que sufre. A más amor mayor sufrimiento. Y me pregunto: ¿puede haber un sufrimiento más grande que el sufrimiento del Amor? El sufrimiento del Amor que nos amó hasta el extremo.

Pero por encima de todo esto estoy de acuerdo con tu última palabra: “a veces en lo sencillo encontramos alivio”. Generalmente, la vida es ante todo un bello tejido de pequeños detalles de mil colores, y haríamos nuestra vida más fácil y menos problemática con una generosa atención a lo sencillo.

María del mar, acabo con una sencilla felicitación. En estos días celebras tu fiesta onomástica. Que Santa María te bendiga, que ella sea para ti una verdadera “estrella del mar”, como la llama san Bernardo, y que tú, en medio de la tribulación, seas también estrella, luz para muchos. Con todo mi afecto

JOSÉ ALEGRE
ABAD DEL MONASTERIO CISTERCIENSE DE POBLET
TEXTO RECOGIDO DE RELIGIÓN DIGITAL

miércoles, 11 de septiembre de 2013

La institucionalización de la muerte

Qué opináis sobre ese artículo:


martes, 10 de septiembre de 2013

Perfil del profesor católico de medicina


Qué es eso


El trabajo de los psicólogos


lunes, 2 de septiembre de 2013

Es cierto que los niños hacen lo que ven, evítales el sufrimiento

pegar 2Si los niños ven o viven el maltrato o la violencia, la aprenderán y la reproducirán en diversos aspectos de su vida, sobre todo con los más débiles. Si un niño es maltratado, aprenderá que esa es una forma de resolver problemas, por lo que, cuando tenga un problema, será con violencia como intentará resolverlo.
Y puesto que pegar no es educar, aquí están algunos de los efectos que se produce en los niños:
  • Daña su autoestima, genera sensación de minusvalía y promueve expectativas negativas respecto a sí mismo.
  • Les enseña a ser víctimas. Existe la creencia extendida de que la agresión hace más fuertes a las personas que la sufren, les “prepara para la vida”.
  • Hoy sabemos que no sólo no les hace más fuertes, sino más proclives a convertirse repetidamente en víctimas.
  • Interfiere sus procesos de aprendizaje y el desarrollo de su inteligencia, sus sentidos y su emotividad.
  • Se aprende a no razonar. Al excluir el diálogo y la reflexión, dificulta la capacidad para establecer relaciones causales entre su comportamiento y las consecuencias que de él se derivan.
  • Les hace sentir soledad, tristeza y abandono.
  • Incorporan a su forma de ver la vida una visión negativa de los demás y de la sociedad, como un lugar amenazante.
  • Crea un muro que impide la comunicación padres - hijos y daña los vínculos emocionales creados entre ambos.
  • Les hace sentir rabia y ganas de alejarse de casa.
  • Engendra más violencia. Enseña que la violencia es un modo adecuado para resolver los problemas. pegar
  • Los niños y niñas que han sufrido castigo físico pueden presentar dificultades de integración social.
  • No se aprende a cooperar con las figuras de autoridad, se aprende a someterse a las normas o a transgredirlas.
  • Pueden sufrir daños físicos accidentales. Cuando alguien pega se le puede “ir la mano” y provocar más daño del que esperaba.
Por tanto, cuidemos nuestra actuación para evitar el sufrimiento de nuestros pequeños.